Se dice que cuando pierdes un miembro de tu cuerpo, aún puedes sentirlo como si todavía estuviera ahí, como si la sangre aún irrigara los nervios ya inexistentes. ¿Hasta qué punto yo soy un yo y cuánto de mi yo deja de serlo para ser un tú?
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1 comentario:
A veces (muchas) los recuerdos son más vívidos, más intensos, mejores que la vivencia en sí...
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