domingo, octubre 11, 2009

conversaciones en el extranjero

Situación: Hablando en la calle con un alemán en pijama metido en su coche con el respaldo reclinado y varios sacos de dormir, lo típico de cualquier madrugada.

-Él: No te preocupes, es bastante cómodo.
-Yo: Eso es lo que te parece ahora, pero dentro de dos horas te despertarás quejándote de dolor.
-Él: Tienes veintimuchos, ¿verdad?
-Yo: ¿Por?
-Él: Pareces muy joven, pero tu manera de hablar me dice que eres una chica muy experimentada, debes de tener mi edad.
-Yo: Creo que me he perdido...
-Él: Sólo alguien que ha vivido lo suficiente puede decir que algo confortable puede convertirse en una tortura dentro de un par de horas.

Nunca imaginé que cierta lógica y previsión pudieran convertirse en signo de "tablas", que no las tengo.

Y sí, aún me siguen pidiendo el carnet 11 años después; en sitios tan dispares como el supermercado para comprar alcohol, o en el gimnasio para saber si soy adulta y así poder apuntarme. Empiezo a sospechar que esto no es realmente una buena señal.