Por primera vez en años, desearía volver a ser quien fui.
Aprendí muchas cosas hasta llegar a ser quien soy. Aprendí lo seductora y divertida que puede ser una mentira, aprendí a desnudarme sin estremecerme, aprendí a no llorar latigueando mi respiración hasta las entrañas, aprendí a no amar cuando quise entregarme.
Ahora la vida es una ópera bufa, apenas percibo el peso de mis máscaras porque no se encuentran sobre mi rostro. Sé cómo jugar sin arriesgar nada.
Pero no he sabido darme cuenta de que... lo estoy perdiendo todo.
Y quiero volver a sentir. Aunque me duela.
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2 comentarios:
Es curioso. Este fin de semana, en una ponencia, el ponente -como no podía ser menos- lanzó una pregunta: ¿hay alguien detrás de la máscara? Visto lo visto, a veces creo que tras la máscara hay un abismo; otras, me gustaría que tras la máscara estuviera una versión sustantiva de una de mis máscaras predilectas.
Me alegra leerte de nuevo.
Tras la mascara esta el dolor, tras el dolor...la llanura
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