domingo, septiembre 23, 2007

espiritual

Las tardes se tornan grises, frescas, lánguidas, y esa tenue luz que antes era radiante, ahora penetra difuminada por la ventana y presagia días menos cálidos, dándole a tu alcoba una tonalidad más acogedora. Lees a Poe totalmente subyugada, mientras tus pies parecen querer jugar entre ellos. Piensas en Virginia y Leonora, en "Eddie", en la poesía, en las personalidades extremas, en tus propios excesos, y de repente sientes la necesidad de agradecerle a algún ente misterioso toda tu vida. Al otoño le gusta crear dioses imaginarios. Tal vez porque por cada frágil susurro de los árboles meciéndose al son del viento, por cada caricia de una hoja marchita sobre tu cara, crees percibir una fuerza aún mayor que tus propias pasiones escondidas. Y aunque la incertidumbre te domina, sientes que todo vuelve a su sitio.

3 comentarios:

Sibyla dijo...

Pintaron de gris el cielo
y el suelo se fue abrigando con hojas
se fue vistiendo de otoño
la tarde que se adormece
parece un niño que el viento mece
con su balada de otoño
Una balada de otoño
un canto triste de melancolía
que nace al morir el día.
Sigue disfrutando del misterioso otoño, vestido de los ocres más cálidos.

Yuki Ashura dijo...

Qué manera más bella de dar la bienvenida al otoño. Sí, señor.

Ojalá me 'bienvenidasen' con las mismas ganas en todos lados.

La rutina nunca ha de ser mala ;} Se tornará según el significado que nosotros mismos le otorguemos.

Y nada más.

Sat Nam dijo...

-Sybila: A ver si consigo bajarme la canción, no la conocía ^^, últimamente sólo escucho canciones no españolas (exceptuando aquella de: "deja pasar la tentación, dile a esa chica que no llame máaas" xD) y se echa de menos.

-Yuki: Gracias por comentar por aquí :). La verdad es que iba a hablar de Poe y al final he acabado hablando del más allá... xD